Escucho resonar el agua que cae en mi sueño.
Las palabras caen como el agua yo caigo. Dibujo
en mis ojos la forma de mis ojos, nado en mis
aguas, me digo mis silencios. Toda la noche
espero que mi lenguaje logre configurarme. Y
pienso en el viento que viene a mí, permanece
en mí. Toda la noche he caminado bajo la lluvia
desconocida. A mí me han dado un silencio
pleno de formas y visiones (dices). Y corres desolada
como el único pájaro en el viento.
Huye ,Camila. Huye al pantano y déjate morir ahi.Pero antes,lee libros,escribe cartas y come nueces. Llora por tu vida y recuerda a la gente que no volverás a ver.Mira el cielo y busca a Dios.Mira el suelo y toca el infierno. A dónde irás a parar? arribaoabajo? A cuántas personas amastes en tu vida? 10? 2? 56? nadie? Cuántas mentiras dijistes para no ser castigada. Camila,los ojos se te están saliendo de sus cuencas y las venas se vacían cada vez que respiras. LLega el momento que tanto has deseado y no eres capaz de asumir que la cobardía te brota por los poros y que no sabes hacer otra cosa que golpearte la cabeza contra un muro. Estás ebria,como siempre. Ebria de vacio. Ebria de la nada.
Afuera hay sol. No es más que un sol pero los hombres lo miran y después cantan.
Yo no sé del sol. Yo sé la melodía del ángel y el sermón caliente del último viento. Sé gritar hasta el alba cuando la muerte se posa desnuda en mi sombra.
Yo lloro debajo de mi nombre. Yo agito pañuelos en la noche y barcos sedientos de realidad bailan conmigo. Yo oculto clavos para escarnecer a mis sueños enfermos.
Días en que una palabra lejana se apodera de mí. Voy por esos días
sonámbula y transparente. La hermosa autómata se canta, se encanta,
se cuenta casos y cosas: nido de hilos rígidos donde me danzo y me
lloro en mis numerosos funerales. (Ella es su espejo incendiado, su
espera en hogueras frías, su elemento místico, su fornicación de nom-
bres creciendo solos en la noche pálida.)
alguna vez de un costado de la luna verás caer los besos que brillan en mí las sombras sonreirán altivas luciendo el secreto que gime vagando vendrán las hojas impávidas que algún día fueron lo que mis ojos vendrán las mustias fragancias que innatas descendieron del alado son vendrán las rojas alegrías que burbujean intensas en el sol que redondea las armonías equidistantes en el humo danzante de la pipa de mi amor